
María Elisa Camargo empieza de cero en Los Ángeles: “Después de 5 años de pertenecer a una cadena estoy en un momento mágico en el que todo es una posibilidad”
Tras finalizar su contrato de exclusividad con Telemundo luego de 5 años formando parte de las filas de la cadena con exitosas telenovelas como En otra piel y Bajo el mismo cielo, María Elisa Camargo asegura sentirse ‘en un momento mágico’ de su carrera ‘en el que todo es una posibilidad’. Así que lejos de precipitarse y tomar una decisión errónea, la actriz de origen ecuatoriano prefiere esperar el tiempo que sea necesario para elegir con calma su próximo proyecto. "Una carrera también se arma de las cosas a las que uno les dice que no", asevera Camargo, quien reside desde hace varios meses en Los Ángeles. "Cada vez que me siento cómoda en lo que hago, es hora de moverme. Y esta no es la excepción. Vine a Los Angeles a aprender de los mejores y a competir con los mejores", afirma. En entrevista exclusiva para People en Español la intérprete de 33 años nos habla de su nueva vida en California, sus próximos pasos profesionales y cómo se encuentra su corazón, entre otros asuntos.
¿Qué te motivó a fijar tu residencia en Los Ángeles?
Cada vez que me siento cómoda en lo que hago, es hora de moverme. Y esta no es la excepción. Vine a Los Ángeles a aprender de los mejores y a competir con los mejores. A trabajar en mi oficio y perfeccionarlo. A empezar de cero en las salas de castings, lo cual es una experiencia de humildad muy fuerte, que te mantiene con los pies sobre la tierra y te recuerda quién eres. A conectar con creativos y gente talentosa y despierta. Me encanta esta cultura de competencia pero también de espiritualidad. Vengo a agarrar callo y volverme más fuerte, resistente, y exigente conmigo misma, mientras surfeo, esquío, paseo en los desiertos más divinos de USA, voy a uno que otro festival y disfruto atardeceres hermosos. Creo que California es inspirador y tiene una riqueza cultural y gastronómica maravillosa.
¿Hollywood te quita el sueño?
No. Lo que me quita el sueño es alcanzar la máxima calidad. Y Hollywood lo relaciono más con un tema de fama, que definitivamente no es mi objetivo. Noto en muchos compañeros una necesidad de atención muy fuerte –que no se puede juzgar, tal vez crecieron con carencias en ese ámbito– que incluso a veces parece ser su razón principal para elegir esta carrera, pero en mi caso, como hija única, siempre tuve exceso de atención. Así que lo que quiero es trabajar con excelentes directores, fotógrafos, con tiempo suficiente para manejar las emociones al punto a donde las quieres llevar, lo cual si somos honestos equivale a presupuesto, y con una factura impecable. Y eso se encuentra en L.A., sin necesariamente ser lo más ‘main stream’ hollywoodense, podría ser cine independiente. No busco lo comercial y popular, quiero lo bueno.
¿Qué sigue ahora para tu carrera? ¿Cuáles son tus próximos planes?
Quisiera incursionar en cosas completamente distintas. Quiero hacer cine, teatro y música. De pronto sacar un sencillo para plataformas digitales. También me quiero meter en la onda del contenido. Hacer equipo con directores y escritores talentosos y sacar adelante nuestras propias ideas. Aprovechar que soy bilingüe y participar en algún proyecto en Los Ángeles. E incluso me siento más responsable como actriz latina, de ser parte de la revolución del contenido hispano con todas estas nuevas y fantásticas plataformas, así que le apunto a eso también. Después de 5 años de pertenecer a una cadena, estoy en un momento mágico en el que todo es una posibilidad. Así que no quiero precipitarme, sino pensar muy bien mi próximo paso. Una carrera también se arma de las cosas a las que uno les dice que no.
¿Cómo es tu día a día en Los Ángeles?
Depende mucho de la época. Ahora es bastante intenso ya que estamos en ‘Pilot Season’ (la temporada de pilotos en L.A. donde más movimiento hay en castings) así que mi día a día es leer guiones, estudiar libretos y hacer castings. Muy enfocada en eso. Pero también he tenido muchas visitas y se ha armado un buen grupo de amigos aquí con actores colombianos y mexicanos muy divertidos así que también para balancear, salgo a bailar, hay muchos hikes preciosos en la ciudad, y los planes son interminables: desde ir al museo Broad o al LACMA a ver arte moderno, hasta experiencias de realidad virtual en un domo gigante con la música de Pink Floyd. Te encuentras con cosas muy locas y emocionantes. Restaurantes deliciosos. Procuro también involucrarme con causas bonitas: me empecé a vincular con ‘Domestic Workers Alliance’ (a favor de mejorar las condiciones para los trabajadores domésticos) y ‘NHMC’ (quienes buscan mejorar la participación latina en la industria del cine y TV aquí) con quienes participo en varios eventos creando conciencia y ayudando a correr la voz y generar impacto; y bueno, también ocasionalmente alguna glamourosa red carpet.
En el terreno personal, ¿cómo te encuentras?
Supertranquila y en paz. En el asunto de parejas es algo que siempre me guardo para mí (hoy en día con las redes sociales y sobre todo para nosotros que trabajamos en la luz pública, es poquito lo que se puede mantener privado, y la intimidad es algo que procuro guardar como un tesoro), pero te puedo decir que es una etapa muy particular el llegar a un lugar nuevo donde no tienes todavía una ‘tribu’, un grupo de personas con las que puedas conectar e identificarte. Yo tengo la suerte de contar con un par de verdaderos amigos aquí, pero la idea es ampliar ese círculo. Es una ciudad en la que también puedes sentirte muy solo, todos están muy enfocados en lo suyo… y en ese sentido puede ser hostil. Sobre todo para nosotros los latinos, o en mi caso habiendo crecido en Ecuador, Colombia y México donde siempre hay un ‘parche’ (versión colombiana de la palabra grupo de amigos dispuestos a pasarla rico un rato y compartir). Así que ando activa socialmente y con toda la disposición de conocer gente nueva. Y también en contacto conmigo misma, regalándome tiempo para mí (nunca me ha asustado la soledad, al contrario, la necesito a ratos), meditando, bailando sola, leyendo y gozándome.
¿Qué es lo que más disfrutas hacer cuando no estás trabajando?
Definitivamente viajar. Explorar lugares nuevos. Me sirve incluso para soltar el último personaje. La novedad me activa la creatividad y me hace sentir viva. Me encanta poder disfrutar tanto de una buena salida, una fiesta increíble o un festival de música alucinante, como de una comida deliciosa (cuando no trabajo y puedo soltar un poquito la dieta es lo mejor) o de un “roadtrip” a algún parque natural divino como esos que ofrece California. Me gustan las experiencias espirituales, participar de una sesión de ayahuasca cada año o par de años me da una nueva perspectiva, es un exorcismo del ego muy especial, una limpieza del alma (hoy en día la ofrecen a pacientes terminales o incluso presos). Pero también me hace muy feliz, después de aquellas jornadas extenuantes de 12 horas, 6 días a la semana, el poder quedarme una tarde entera en mi apartamentito arropada viendo series y pidiendo domicilio. El ocio es vital. Y por encima de todo: mi familia. Me encanta poder inventarme algo con mis papás y escaparnos, viajar, o quedarnos en casa tomando vinitos y poniéndonos al día.
¿Con qué sueña a día de hoy María Elisa Camargo?
Sueño con participar en proyectos grandes, en cualquiera de los dos idiomas. Series, obras de teatro o películas que me llene de orgullo mostrarle a mis papás. Sueño con hacer cambios en el mundo, quiero construir escuelas, trabajar de la mano con fundaciones, dejar un granito de arena y devolverle a la vida tantas cosas lindas. Sueño con seguir viajando, explorando y sorprendiéndome. Sueño con dirigir algún día, con sacar mi sencillo, con escribir una historia o un libreto. Sueño con tener una familia preciosa, aunque ese es sueño más a largo plazo (ríe).
¿Cómo te ves dentro de 10 años?
Procuro no verme dentro de 10 años. La vida me ha enseñado que, cuando tengo una imagen clara de dónde quiero estar o lo que quiero hacer, el destino va a darle mil vueltas a lo que deseo, y generalmente para bien. El futuro suele superar mis expectativas y mandarme a lugares completamente fuera de lo imaginado, así que, al darme cuenta de esto, dejé de realizar ese ejercicio y me dejo sorprender. Siempre teniendo claro que debo trabajar todos los días para mejorar mis destrezas como artista, apuntar cada vez más alto y no tenerle miedo al fracaso o al rechazo sino al contrario, considerarlo una moneda de cambio para lo que quiero lograr. El entorno y los proyectos no los sé ni los quiero limitar a una sola idea. Lo que sí quisiera para ese entonces es ser mamá.
¿Qué balance haces de tu paso por Telemundo?
Mi balance es absolutamente positivo. Telemundo le dio otro nivel a mi carrera, no sólo por sacarme de la encasillada en la que andaba con las “villanas sexy” en esa época, sino por permitirme hacer papeles que representaban un verdadero reto para mí. Historias arriesgadas que se salían de lo normal dentro del formato “novela” que conocemos. E incluso me permitieron incursionar en el formato de series (me prestaron a otra cadena en Colombia donde pude protagonizar una serie musical maravillosa Tarde lo conocí. Muy inusual en ellos prestar a un actor exclusivo, así que me sentí privilegiada y consentida y pude cerrar mi ciclo con una de sus “súper series”. Así que fue un “matrimonio” profesional muy feliz. Definitivamente crecí como actriz. Cada rol fue completamente distinto del otro. Siempre sentí que podía acercarme a ellos a manifestarles todas mis inquietudes, e incluso me dieron la libertad de rechazar proyectos que no encajaban con lo que quería. Y quedó una relación muy sana y sé que tengo las puertas abiertas allá, lo cual me da mucha tranquilidad porque sé que Telemundo está a la vanguardia en calidad y propuestas diferentes y competitivas en este mercado que crece exponencialmente. Toda mi admiración para Joshua Mintz y Marcos Santana.